En la época victoriana la pausa para la hora del té de la tarde se popularizó convirtiéndose en una reunión social donde se sacaba a la luz la porcelana especial y las mejores galas.
Lewis Carroll, amigo de las tradiciones y los rituales, no pudo evitar introducir una particular fiesta del té en Alicia en el País de las Maravillas. Es más, Carroll se acerca a las ceremonias del té típicas de los más pequeños en los que se sirve té imaginario a personajes irreales.
La zona del té en el cuento de Alicia está enfrente de una casa, bajo un árbol. Allí han dispuesto una larga mesa con teteras y tazas. Todo en una mesa del té tiene que estar en su sitio y bien presentado. Porcelana de calidad, cucharitas de plata y todo servido de manera exquisita.
Y aquí comienza nuestro proyecto, los alumnos pueden realizar la temática que deseen en una taza, la forma, el estilo, los colores son elegidos también a gusto personal.
Una especial manera de crear una maravillosa hora del té con el Sombrerero Loco.
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