Una de las cosas que les gusta a los alumnos que vienen a Pintasueños es poder pintar en el caballete, tiene ese punto mágico y artístico inevitable. Un ejercicio para fomentar su atención, desarrollar su espacio volumétrico, el sentido de la luz y aprender que duele el brazo en esa posición... así que... ¡desarrollamos también la musculatura!. En esta ocasión el carboncillo ha sido nuestro aliado perfecto.
martes, 21 de abril de 2015
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